Estoy enrabiado...la Vivi entró a un hospital... nadie la pudo acompañar, mis padres no tienen disponible auto, mis hermanos que lo tienen no pueden subirse un día al transantiago para llegar a sus trabajos...(por lo menos eso determino si no han ofrecido uno de "sus autos" a mi padre)
Pienso en lo duro que debe ser enfrentarse a una hospitalización, a una cirugía que debe entregar respuestas... me la imaginé en micro con todas sus cositas a cuestas: shampoo, camisa de dormir, cepillo de dientes, miedos y temores, inquietudes varias...
Dicen que el universo está en constante equilibrio, mi hermana y yo escogimos esta vida porque tenía las cosas que necesitábamos, nos permitía pararnos frente al mundo y mirar con la frente despejada y ofrecer ingenuas mejorías... Ninguno de los dos pensó en las comodidades materiales que algunas opciones ofrecen, siempre fuimos idealistas, por un convencimiento profundo de que el mundo podía ser más bello que lo que vemos a diario; que no sólo las puestas de sol, el mar, el viento, la lluvia, los remolinos de vientos y los delfines eran bellos. Pensábamos que la gente puede llegar a sonreir más a menudo y compartir. A esta altura del partido, nos miramos los dos como si fuésemos espejos, y nuestras pupilas destellan incógnitas. La soledad nos atrapa cada día con mayor fuerza, justo en aquellos momentos en que clamamos por un abrazo y una contención...
Dicen que el universo es parte de nuestra propia creación mental y nuestra mente contiene muchos desperdicios, como si fuésemos práctica de la verdadera creación humana...
No puedo culpar a mis hermanos por estar atrapados en la Rueda de Moler Carne, no puedo culpar a mis padres por su otoño, no puedo culpar a mi hermana por sus tumores ni a mi que me quedo mirando la lluvia esperando que cada gota resuelva los enigmas...
El universo es un acertijo en sí mismo y sus átomos se siguen separando por la materia oscura...
Hoy lo ví y estaba cansadito, fue otro poco de lluvia y me dieron ganas de llover al comprobar mi inutilidad por ayudarlo, y sólo puedo llover y llover y caminar sobre fango, y no resuelvo ni misterios ni enigmas, y mientras me lamento las murallas se alzan valientes y duras ante el frágil universo que me rodea. Hoy me sentí polvo. Hoy me aplastaste otra vez y tus ojos nublados no me quisieron mirar.
Hoy caminamos y la ternura de él traspasaba su cansancio y yo no pude aportarle mucho.
Me rebelo frente a esto... no estoy dispuesto a aceptar una vida con grietas.
Desde hoy mi baño está cubierto por mármol verde y negro.
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