Las praderas estaban con una belleza fantasmal...
Millones de astillas brillaban al sol como diamantes filosos...
Millones de collares abrazados a las hojas inmóviles...
Millones de hojas muriendo al contacto letal del frío...
Un par de ojos que miran acercarse a un cuerpo grande y caliente... "esa boca no corresponde con la mía", habrá pensado la niña...
Una boca que se abre para gritar en un silencio gélido que nadie escuchará por mucho tiempo...
Mientras silba la tetera del desayuno....
Mientras la lavadora hace que las prendas se abracen en una muda contemplación...
Mientras la música se comía los pensamientos de todos...
La boca es cerrada en una violenta acción...
Mientras afuera los fragmentos de hielo siguen cercenando hojas y prados...
Algunas de las pisadas de ella atestiguan que el hielo está presente en la caminata callejera
Algunos miramos más cosas que los demás...
Los ojos de la niña tienen la misma ira de las joyas de la pradera
La niña está inmovilizada igual que las hojas que reciben el peso de la helada...
Algunos días son bellos a pesar de la pudrición del ser humano... todos somos hermanos...TODOS.
Todos tenemos algo de los podridos y ellos tienen algo bello como el reflejo de las praderas congeladas
en sus ojos... Dios, míralos, puede ser que en algún momento vean la luz entrar por las rendijas
de su oscuridad...
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